viernes, 3 de junio de 2011

CAPITULO 25: recargado de fuerzas





Al día siguiente, estábamos cenando Ryan, Marina y yo y había un silencio bastante incomodo. Ellos no paraban de mirarse, ocultándome algo. A Ryan le sonó el teléfono unas dos veces, pero ninguna de ellas contestó.
 Recogí mi plato, me di una ducha y me tumbé en la cama.
 Abajo había actividad, porque cuando subí las escaleras Ryan y Marina empezaron a hablar entre los dos rápidamente y lo hacían todo con prisa.
  Pasado un rato, el murmullo cesó y subieron los dos a su habitación. Mire la hora. Las once…bien…intenté dormirme cuando volvieron a llamar a Ryan, y esta vez lo cogió.
  Mientras hablaba por teléfono vi a Marina bajar las escaleras y me asome al marco de la puerta

Carla: Marina, son las 12 de la noche, ¿dónde vas?
Marina: ¿A por gomitas? –así era como llamábamos a los condones
Carla: Yo tengo…-le señalé un cajón
Marina: es que…no son la misma talla, no te preocupes que no tardo –bajó las escaleras murmurando algo.

 Bueno, se traían algo entre manos y yo no sabía que era.
 Me volví a acostar, y el teléfono de Ryan no paró de sonar

Carla: -gritando- Ryan, o apagas el teléfono por las buenas o voy yo por las malas
Ryan: Perdón –estaba hablando con el que le llamaba, porque se oyeron risas y me pareció escuchar un: “doma a la bestia cuando vengas” Pero como yo a partir de las 12 no proceso bien la información, no le di importancia.

Me dormí, pero a las dos o así me desperté, porque tenía sed.
Cogí un vaso de agua, y empecé a subir las escaleras cuando la puerta principal se abrió

Carla: Marina hija, ¿Dónde has comprado las gomitas? ¿5 pueblos más allá? –no me contestó nadie y me giré.

 “No…no, no, esto es otro sueño, va a acabar como siempre, no” –se me resbaló el vaso de las manos, cayendo al suelo y partiéndose en mil pedazos.
  Me empezaron a caer lágrimas que se mezclaban con el agua derramada y él se acercó a mí.

  “No llores más” me repetía una y otra vez, pero yo no podía evitarlo. Tampoco me salían las palabras, así que me limitaba a agarrarle con fuerza, apretándolo todo lo que podía a mí, fundiéndonos en un abrazo

Carla: Lo…-no podía ni hablar
Justin: si, lo sientes…Lo se…También fue culpa mía, en parte, por no haberme fijado antes…mira como estás por mi culpa –hablaba tristemente
Carla: Cállate, lo que me faltaba por oír, la culpa tuya –sonrió y se quedó mirándome fijamente a los ojos un buen rato- Me arrepiento tanto…
Justin: -negando con la cabeza- El pasado, pasado es…Te he echado de menos –pegó su frente a la mía y podía notar su respiración agitada.

 Había crecido mucho, porque me sacaba cabeza y media, más o menos.
 En fin, lo encontré perfectamente perfecto. Con el pelo más rubio, dos pendientes, más fuerte, más moreno…Más sexy

Justin: -entre susurros- Nada de esto volverá a pasar
Carla: Es demasiado duro no estar a tu lado, así que por mi parte, prometo no volver a hacerlo –me besó.

 No me había dado cuenta hasta ahora mismo de cómo echaba de menos a sus besos, sus labios junto a los míos, crear un juego con las lenguas y su peculiar “te quiero” de después. Fue un beso ansioso, de reconciliación

Carla: Ven, que te llevo a tu habitación
Justin: Dirás nuestra habitación
Carla: Bueno…bueno, pues espera que ponga sábanas en la cama de mis padres –le conduje hacia mi habitación- Tú espérame aquí

 Al entrar se quedó un poco como flipado, porque estaba lleno de pósters suyos y fotos nuestras. Creo que le parecía raro que no hubiera quitado nada, pero el día que me decidí hacerlo, no fui capaz.
 
 Me fui a la habitación de mis padres a arreglar la cama, y de vuelta a mi habitación, me paré donde estaban Marina y Ryan

Carla: Chicos, gracias…Sois de lo mejor, me faltan vidas para recompensaros
Ryan: No hace falta, a mi me sobra con veros felices, otra vez
Marina: Si, tu harías lo mismo…Ves, disfruta de la noche –me guiñó un ojo, yo sonreí y me fui a por Justin

Justin: ¿Por qué has tardado tanto?
Carla: -mirando el reloj- han pasado 5 minutos…No exageres
Justin: Bueno, se me han hecho eternos –sonrió de lado, solo como él sabía.

 Una vez instalados en la habitación, Justin cerró la puerta, me cogió por la cintura, besándome, y me tiró contra la cama

Carla: recargado de fuerzas, por lo que veo
Justin: No lo sabes bien –Se quitó la camiseta, dejando entrever su nuevo tatuaje y sus más marcados abdominales. En ese momento, sonó su móvil

Justin: Que
X: Supongo que estas en España, así que, pon TeenNews (imaginemos que es un canal de Internet donde solo emiten noticias recientes de los adolescentes famosos) tengo algo que contar al mundo

  
¡CONTINUARÁ!

 Siento haber tardado tanto en subirlo pero es que por motivos diferentes no pude...y se que es corto, pero algo es algo :S sorry...
Comentad por favooooooooooooor :D
MUCHLOVE (L)

1 comentario:

  1. Que maldita eres dios... DEMASIADO CORTO!!! jajaja para mañana quiero el siguiente eh?? xD Teamo!

    ResponderEliminar