lunes, 25 de abril de 2011

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Mr. Bieber






CAPITULO 5: Justin, ¿no querías un grito? Ahí lo tienes


Al acabar el video la limusina se paró, Marina y yo nos miramos y a los pocos segundos nos abrían la puerta.
  Salimos fuera. Era un día soleado, pero hacía un poco de frío. Estábamos delante de un hotel, lujoso, con puertas giratorias y por lo que se podía apreciar desde fuera, un gran mostrador de recepción.
   Salieron dos chicos, más o menos de unos 25 años, empezaron a hablar con Jeffrey. Este les dijo algo, pero no presté atención.
    Se llevaron las maletas hacia dentro y Jeffrey nos indicó que entráramos, y eso hicimos.
     Se estaba muy bien allí. Había una cascada en la recepción, que caía en un pequeño estanque lleno de peces.
     Dimos nuestros nombres, y enseguida nos dieron las llaves de la habitación.
  Fuimos, y al entrar flipamos. Miré a Marina, y ella tenía los ojos como platos

Marina: Tia, flipo. Tele de plasma, dos camas enormes –entró el baño- BAÑERA CON HIDROMASAJE y también hay ducha…No se Carla, para mi que esto es mucho para lo poco que vamos a estar aquí –rió- En fin, nos cuidan –sonrió felizmente-
Carla: Lo mejor de todo es que ahí delante está Justin, osea, estará…Porque estaba “muy ocupado” ya sabes… -las dos reímos, pero Marina de repente se puso muy seria y me miró fijamente
Marina: Antes, en el pasillo, vi a un chaval super mono, asi que ya sabes…
Carla: si, ve a buscarlo –reí- Yo mientras me ducho, ¿va?
Marina: Vale –sonrió, se arregló un poco el pelo y salió

Vi que las maletas ya estaban allí, asi que me metí en el baño, me quité los zapatos, los calcetines y los pantalones, quedándome en braguitas y una sudadera.
Me miré al espejo y empecé a poner caras, como de costumbre, y asi estuve haciendo el mono como un cuarto de hora, hasta que llamaron a la puerta.
   “Esta chica, mira que olvidarse de la llave”- Pensé. Como sabía que sería ella, abrí la puerta sin mirar y empecé a decirle:

  Carla: Suerte has tenido de que estuviera delante del espejo, porque si no te quedas fuera para un largo rato. La llave no está para decorar, hija! –No me respondió- Marina…-me giré y mi cara fue un autentico cuadro.
   O yo estaba ciega o Marina se había vuelto tío, bueno, se había vuelto Justin. Si, como lees, Justin Drew Bieber Mallete, delante de mí, mirándome raro porque de lo que había dicho no habría entendido nada, aparte le había abierto sin nada en las piernas.
  Al recordar esto último, me puse roja y el aún se extrañó más

Carla: (en inglés) Pensaba que eras otra persona…Si no te hubiera abierto con más ropa
Justin: No, por eso no te preocupes –rió- Pero deberías aprender a decir: “¿Quién es?” cuando llamen a la puerta
Carla: si, bueno…Supongo –reí nerviosa. No sabia como estaba hablando con él, porque llevaba unos nervios impresionantes- Por cierto, me llamo Carla –le di dos besos- encantada de conocerte Justin
Justin:-sonrió correspondiendo a mis dos besos-El placer es mío –sonrió y me miró esperando algo-  ¿No te pones a gritar? Vaya! –rió-
Carla: Me contengo las ganas, créeme! Por cierto… ¿Qué haces tú aquí? ¿No se supone que estabas ocupado?
Justin: esta mañana si, estaba ocupado en dormir –rió- No enserio, tenia una sesión de fotos y una entrevista, creía que acabaría mucho mas tarde, pero ya ves –se encogió de hombros, haciendo un movimiento de pelo incluido-
  
Ahí me mato muerta en el suelo

Carla: Debo decirte que me siento afortunada por conocerte, hoy soy feliz –sonreí y él rió soltando un: “ooooh”. En ese momento, abrieron la puerta

Marina: Carla, dios, he hablado con ese chico y resulta que…-se quedó mirando la escena, y abrió la boca y los ojos- ¿Qué me he perdido? Espera espera espera… (En inglés) ERES JUSTIN BIEBER! EN MI HABITACIÓN! CON UNA DE MIS MEJORES AMIGAS, OH DIOS MIO! –Estaba a punto de gritar, de hecho, lo hizo, pero enseguida se contuvo-

Carla: Justin, ¿no querías un grito? Ahí lo tienes –reí y el se unió a mis risas. Marina se presento, bajando sus nervios enseguida.
   Justin se fue a los pocos minutos y nos dijo que si cenábamos con él, pero Marina ya había echo planes con el otro chico, así que iríamos Justin y yo.

Cuando Justin se fue, le conté a Marina lo que pasó y ella solo empezó a reírse y me dijo que el chico que había visto era Ryan!
 
Marina: Pues si tia, era él! No me lo podía creer, ¿sabes? Porque al buscarle me lo encontré bajando a la piscina y yo…pues le saludé y empezamos a hablar…-me contó toda la historia. Según parece Ryan iba con Justin porque llevaba bastante sin verle, y Justin le invitó a venir a LA y el aceptó.
 Después de eso, me  duché, después Marina hizo lo mismo, nos arreglamos y al salir de la habitación…




¡CONTINUARÁ!

martes, 19 de abril de 2011

CAPITULO 4: Eso es todo, buen viaje en limusina Beliebers!




  Vimos una limusina blanca, con un hombre fuera, vestido con traje y con una tarjeta en la mano que ponía: Carla Ortega

  Ese era mi nombre. Me giré para mirar a Marina. No me lo podía creer. Solo un vehículo blanco me separaba de mi sueño. Yo me fui disparada hacia el coche, arrastrando a Marina.
 
Carla: -hablando en inglés- perdone, pero…La chica a la que busca, Carla, soy yo –hablaba muy deprisa y casi ni se me entendía. Le enseñé una tarjeta del concurso y el asintió, sonriendo.

  Chófer: Ella debe de ser Marina, entren –abrió la puerta, entramos y cerró.
 
  Mientras él metía las cosas en el maletero, Marina y yo flipabamos. Era enorme, pero por desgracia, Justin no estaba ahí, cosa que me decepcionó, pero seguí a lo mío.

   Marina iba mirándolo todo muy poco a poco, y con cuidado por si rompía algo. A mi me llamó la atención un pequeño papel en uno de los asientos. Me acerqué y lo cogí. Ponía: “Dar esto al chófer” –miré el papel extrañada y luego a Marina, que seguía mirándolo todo detalladamente.

   Llamé al cristal que separaba la parte trasera de la delantera, y esta se bajó, dejando ver el resto de la limusina.
   El chófer me miraba, sonriendo, esperando a que le dijera algo

Carla: es que…Vi esto en un asiento, tome –le di el papel-
Chófer: ah, ya entiendo –rió y me dio un DVD portátil- Tome señorita Carla –me izo gracia como pronunciaba mi nombre y sonreí
Carla: Puedes llamarme solo Carla, sin el señorita, esto…
Chófer: Jeffrey, me llamo Jeffrey –sonrío y yo reí leve. Se tenia que llamar Jeffrey…Parecía un chiste, pobre hombre

 Subió otra vez el cristal y yo me acomodé en un asiento, cogiendo a Marina de la camisa y haciendo que se sentara a mi lado.
  Abrí el DVD, y otra pequeña nota, que solo decía: “Dale al play”

Marina me miró, sonrió y le dio. De repente, salió una cara. La cara de un chico. La cara de él, de Justin. Cogí a Marina y ella se abrazó a mí, las dos estábamos eufóricas perdidas, y eso que no había hablado aún.
  En el video, decía lo siguiente:

 “Chicas, siento no haber podido estar ahí. Estoy muy liado con el trabajo, ya sabéis –sonrió, ahí aun nos emocionamos más- Pero prometo que tendréis ese día conmigo, aquí os dejo esto –enseñó dos entradas de concierto más dos pases de backstage. Era el quién grababa, así que giró la cámara, mostrando un plano general de una habitación que parecía de hotel- Esta es vuestra habitación, yo estoy justo enfrente –rió, nosotras gritamos- Eso es todo, buen viaje en limusina Beliebers!

 Entonces, al acabar el video...


¡CONTINUARÁ!



martes, 12 de abril de 2011

CAPITULO 3: Marina, no grites, pero Ryan esta aquí, esperándote


De repente me empezó a vibrar la pierna y me di un susto del 15. Era Marina.

Carla: Dime –le dije mientras cerraba el ordenador-
Marina: estoy ya aquí bajo, subo o me espero?
Carla: espérate ahí, que ahora bajamos –cogí todas las cosas y fui en busca de mi padre, que nos iba a llevar.

                     -----Una vez en el aeropuerto----

Marina estaba pintando algo en una libreta, mientras yo esperaba a poder embarcar apoyada en el hombro de mi padre.

  Miré el reloj. Eran las 4:30, tenía un sueño que me moría ya que no pegué ojo en toda la noche.

  Papá: Llámanos cuando llegues, no hagas…Bueno, no hagáis cosas raras, ya me entendéis, y no trauméis mucho al chico este…
 Marina & Carla: Justin
  Papá: Lo que sea –a mi padre no le hacia mucha gracia que fuéramos a USA las dos solas. Pero bueno, al final entendió que era una oportunidad única.
   Pasaron pocos minutos más cuando megafonía habló.

Megafonía: Señores pasajeros del vuelo 5667, embarquen por la puerta 3A –lo repitió en dos idiomas más.
 Yo levanté la cabeza y miré a Marina, después a mi padre.

Carla: es este vuelo papá –me levanté con una sonrisa tonta en la cara y me despedí de él. Lo último que me dijo: “Tened cuidado”

   Pasamos por la máquina que detecta metales, las dos con una expresión monótona en la cara, sin hablar.
   Recogimos nuestras cosas y subimos al avión.

Carla: Tía, creo que estoy en shock y no quiero ponerme a gritar –reí nerviosa, cogiéndole la mano y apretando, al igual que hacía ella.
Marina: Aun no me creo que vayamos a verle, a él, a Justin –sonreía como yo-
Carla: ems…Quedamos en que yo me quedaría con el y tu con Ryan, no?
Marina: No puedes decidir el futuro, bueno no me mires así…Sigo siendo fan –me sonrió, y yo le abracé- Te juro que no se como voy a agradecerte esto, que me hayas escogido a mi
Carla: Bueno, a Andrea  le presentaré a Chaz mas tarde, y ya sabes, Belén simplemente no soporta a Justin…
 Marina se limitó a asentir y encogerse de hombros.

------------------------------Minutos antes de llegar----------------------

 La megafonía avisó de que estábamos llegando al aeropuerto. Calculé que serían las 5 o por ahí. Desperté a Marina.

Marina: mamá, déjame dormir, siempre estas igual…- me acerqué a su oreja- Marina, no grites, pero Ryan esta aquí, esperándote –sonreí.
Marina: Que? Donde? Cuando? –dijo, despertándose y poniéndose recta, mientras se peinaba el pelo con los dedos
Carla: Vamos a aterrizar en poco, vamos a ver en breves a Bieber, y sigo en shock
Marina: ah, supongo que es normal –sonrió, comiendo un caramelo

 Bajamos del avión, cogimos las maletas y al salir fuera…


¡CONTINUARÁ!



lunes, 11 de abril de 2011

CAPITULO 2: “Aun no lo creo” pensaba




  ¿Quién me está moviendo? Esto fue lo que pensé, nada mas despertarme. Era mi madre, susurrándome que me levantara, que me llamaban.

(Llamada telefónica)
Carla: si? –lo dije medio dormida, frotándome los ojos-
Andrea: CARLA, CARLA, CARLA! QUE HAS GANADO EL CONCURSO –yo no respondí, Andrea sabía que la última fase era anoche, y he estado pendiente, por si escuchaba el móvil, así que era una broma de muy mal gusto.
Carla: venga, ¿que es lo siguiente? ¿Qué un unicornio te persigue?
Andrea : -se rió, aunque de normal ella no se reiría, me diría, Carla, vivimos aquí, en la Tierra, el mundo real, así que me extrañé un poco- Tu móvil, anoche te lo dejaste en mi casa, y…vi el mensaje…y lo leí
 Empecé a gritar como una loca, con el inalámbrico en la mano. Mi madre me hizo gestos para que bajara la voz, pero ya sabéis…En fin, ganas un concurso cuando nunca ganas nada, y además para ver nada mas y nada menos que a JUSTIN BIEBER, pues estaba claro que NO iba a bajar la voz.

Andrea: Carla, Carla…-no contestaba- CARLA! –paré de gritar- Dios, tranquila! Se que es imposible, pero relájate –empezó a reír- Que vas a hacer, bueno, y cuando te vas?
Carla: Que qué voy a hacer? Bueno primero, tomarme una tila o algo –hablaba tan deprisa que se me trababan las palabras- Y y… no se cuando me voy, creo, no se, creo que la semana que viene…
 
    Hablé poco mas con ella, desayuné, me vestí y fui a por el móvil, mandándole un mensaje a todo el mundo.
   


HORAS ANTES DE LA IDA

“Aun no lo creo” pensaba. Había pasado una semana, suficiente para darme cuenta de que si, de que era yo la elegida. Y por fin había cesado esa manía de pellizcarme el brazo cada dos por tres, por si estaba soñando.
   Abrí el ordenador después de ultimar datos, eran las 2 de la madrugada y mi avión salía a las 5, seguido de 12 horas más o menos de viaje.
    Se me pasaron los minutos y de repente…


¡CONTINUARÁ!














sábado, 9 de abril de 2011

CAPITULO UNO: Venga Carla, tienes un concurso que ganar.

   Era sábado. Sábado de mañana, para ser más concretos a las seis de la mañana. ¿Por qué no puedo dormir tranquilamente? Bien, mi madre lleva un quiosco, y yo…Pues siempre que puedo le ayudo. Obtengo beneficios, y claro está, desventajas, como atender con ojeras.

Carla: Mamá, ¿ha llegado ya la revista?
 Mamá: si, toma –me la lanzó, acertando en mi cara- Perdona cielo…- le hice un gesto con la mano, como queriendo decirle que no importaba, mientras con la otra intentaba abrir el plástico que envolvía la revista. Me puse a ojear, y vi un apartado que me llamó bastante la atención. Decía: BELIEBER? ESTE ES TU CONCURSO!
  Empecé a leer. Trataba de un concurso, que constaba de cinco fases. La primera era mandar un sms, en el, te dirían un código seguido de la siguiente fase.
   Mi madre estaba descargando, y como buena hija que soy, no hice nada, solo enviar el sms y esperar.
 
   Un mes después…

Carla: DIOS, estoy en la última fase del concurso y…GO TO USA! –dije, seguidamente de unos pequeños saltos
Andrea: Cielo, sabes que te quiero y que soñar es gratis…Solo te aviso que estas en una nube, y la caída es bastante grande…-me dijo, dando unos cabezazos-
Belén: Pues la verdad, es que no logro entender como te gusta ese Justin, de verdad…Si canta como una…
Carla: -tapándole la boca- llegas a decir chica y no respondo, pero ni hoy ni nunca. Te tacho, full, fuera. Belén, te lo he dicho millones de veces, los dos tenéis mucho en común, no se como te cae tan mal…Pero en fin, veremos si dices lo mismo cuando lo tengas delante…
Belén  simplemente rodó los ojos como respuesta. Marina se limitaba a mirarnos, sonriendo. Esa era una de las típicas conversaciones que teníamos desde que les dije lo del concurso, ninguna me apoyaba, excepto Marina.

Marina: Venga Carla, tienes un concurso que ganar, adelante. La última etapa es hoy!
 Carla: -mirándola esperanzada- Veis, ella si es una amiga…Tendrá el placer de venir conmigo –las miré a todas, riendo malévolamente.
Andrea: Caaaaaaaaaaaaaaaaaaaarla  yo, te quiero mucho, lo sabes, no? –me puso ojitos de cordero degollado.
Carla: por el interés te quiero Andrés, yo te presento a Justin, pero de ahí nada mas eh –me reí, y a mis risas se unieron Andrea y Marina, Belén, nos miraba, aun sin entender porqué nos gustaba.

A la mañana siguiente…

¡CONTINUARÁ!