Algo me quitó de mis
ensoñaciones… ¿Quién tiraba piedras a mi ventana un sábado a las dos de la
madrugada?
¿Ángel? ¿Pero este niño esta
bien de la cabeza?
Abrí la ventana
Ángel: ¿Puedes bajar?
Carla: Voy, espera que no
tardo –cerré y bajé las escaleras todo lo rápido que pude.
Espera… ¿a que tanto interés?
¿Me seguía gustando? No podía hacer esto a Justin, no después de conocerlo hace
menos de una semana y acabar de salir con él, se llevaría de mí la idea
equivocada.
Abrí la puerta, y allí estaba
Ángel, esperándome
Ángel: Me gustas –me lo soltó
así, de pum
Carla: A buenas horas me lo
dices…lo siento de verdad pero –no me dejó terminar la frase, porque estampó
sus labios contra los míos salvajemente.
Intenté deshacerme de él, pero no pude, ya que
me tenía bien cogida.
Al final cedí, dejándome
llevar por los sentimientos que no quería que salieran a la luz. En fin, yo le
quise muchísimo y siempre estuvo presente.
Me cogió de la cintura mientras seguía
besándome y lo hacía lentamente, como si me estuviese saboreando.
Me pegó a la pared y luego se acercó a mí, sin
dejar espacio entre nosotros y ya me metía la mano por dentro de la camiseta
Carla: Esto…no…esta bien –giré
la cara, pero él seguía besándome por el cuello.
Mi cuerpo decía una cosa y mi
corazón otra. Si, quería hacerlo con Ángel, pero lo último que quería era hacer
daño a Justin ¿Qué clase de persona soy?
Ángel: Lo estas deseando, lo
se, te lo noto en la mirada –recorrió mis caderas con sus dedos, hasta llegar a
los pechos
Carla: De verdad, para
Ángel: ¿Por qué?
Carla: Porque tengo novio –por
fin conseguí apartarme de él y me miró con cara de despreció
Ángel: Puta –y se fue.
Rompí a llorar, pero eso no
fue lo peor. La niña de antes, la de esta tarde, la chica rubia, estaba
mirándome con un móvil en la mano, grabando, supongo
Carla: Eh, ¿pero de que coño
vas? –me empecé a acercar.
¡Ya se de que me sonaba la
cara! Era la hija del panadero, la tía más guarra de todo el pueblo, pero
también una fiel belieber. Se llamaba Cristina
Cristina: ¿Sabes que Justin me
sigue en twitter?
Carla: ¿Si? Felicidades
Cristina: ¿Sabes que le puedo
enviar el vídeo por DM? –me quedé blanca
Carla: no serás capaz…
Cristina: O sea, que es verdad
¡estas con él! ¡Y ENCIMA LE ENGAÑAS! Eres una puta, que lo sepas, todos te
odiaran por esto, y cuando Justin se entere vas a ver
Carla: Cristina, no
Cristina: Carla, si…Es tu
merecido, nadie le hace daño a Justin Bieber, y menos alguien como tú –se fue
corriendo y yo subí las escaleras todo lo rápido que pude para coger el móvil.
Teclee a toda prisa y sin saber que ponía, ya que tenía los ojos empapados en
lágrimas
Creo que quedó algo así: Lo siento, lo siento,
lo siento, lo siento, lo siento, lo siento. Nunca me lo voy a perdonar, lo
siento, lo siento. Yo no quería, pero es que siempre me ha gustado él antes de
que llegaras tú, claro, perdóname
----------------------------------4
meses después-----------------------------------------------
Todo había cambiado. Justin me dejó el día
después de salir. Patético. Pero a pesar de lo que hice, le seguía queriendo.
Si, ahora ya no tengo escusa.
Según me contó Marina, a Justin le sentó
bastante mal, ya que creía que era otro tipo de persona, pero yo ahora no puedo
hacer nada porque siempre acabo por cagarla, además, él había vuelto con Selena
Estaba en mi chalet del monte, esperando a que
Marina llegara del aeropuerto con Ryan, que se venía a pasar el fin de semana.
Marina viajaba bastante últimamente porque no
tenía problemas en pagarse los vuelos.
¿Qué por qué tengo que estar por el medio? Es
una muy buena pregunta. Marina le dijo a
sus padres que pasaría el fin de semana
aquí. Claro que sabían que estaba con Ryan, pero ella quería estar a solas con
él y en su casa, sus padres no le
dejaban dormir en la misma habitación y le sabía mal usar mi chalet sin que yo
estuviera en el. No se si era eso, o si quería la venganza por todo aquello que
pasó en el avión y la verdad que no me extrañaría nada.
Al cabo de un rato llegaron, y estuvieron
hablando ellos dos, porque Ryan estaba en plan defensivo con su mejor amigo
Carla: Me voy, ya vendré –salí
a dar una vuelta con la moto y aparte les quería dejar intimidad.
Me puse el casco y me fui
NARRA MARINA
Acompañé a Ryan a lo que iba a ser nuestra
habitación por dos días, para que dejara sus cosas
Ryan: Cariño, ¿Dónde está el
baño? Quiero darme una ducha –Le señalicé la segunda puerta al final del
pasillo y me dio un beso leve. Mientras, yo también me daría una ducha.
Me quité la ropa y cuando estaba a punto de
entrar, Ryan me llamó
Ryan: ¡MARINA! ¡TRAEME UNA
TOALLA! –me puse el albornoz y fui a dársela. Que raro que en ese baño no
hubiera toalla, siempre había una.
Cuando entré, allí estaba él, sin nada encima
y con todo lleno de vapor. Miré hacia abajo y a tientas le di la toalla, pero
él me cogió la cara y la levantó, besándome suavemente.
Atrapó el cinturón del albornoz y deshizo el
nudo. Las mangas se deslizaron sobre mis brazos y cayó todo al suelo.
Volví a la boca de Ryan, mientras sus manos
empezaban a moverse sin cesar sobre cualquier espacio libre de mi piel que
pudieran encontrar, acariciándome y excitándome.
Mientras su boca se movía sobre mi pecho, su mano se deslizó entre
mis piernas. Tenía los dedos
largos.
Lo siguiente que recuerdo es que la ducha
estaba apagada y entonces nos besamos durante un rato largo e interminable
Ryan: -con voz entrecortada-
La cama –asentí y él me cogió en brazos y se encaminó hacia nuestra nueva
habitación y me recostó sobre la cama.
Una vez instalados, me volví hacia él y
continuamos donde lo habíamos dejado, pero con un ritmo más frenético. Sus
dedos y su boca estaban ocupados aprendiéndose mi tipografía y su cuerpo se
presionó con fuerza contra mi muslo. Lo abracé y lo acaricié.
De pronto, Ryan se colocó encima de mí,
dispuesto a penetrarme. Estaba lista. Pasé la mano ente los dos para ponerle el
preservativo y guiarlo hacia el lugar adecuado, con su dureza rozando mi punto
de máximo placer.
Ryan: Mi niña- dijo con voz
ronca, y empujó.
Aun estando segura de estar
preparada, grité al recibir el impacto
Ryan: Te amo –me dijo al oído,
y se retiró. Intenté que volviera a mí, pero entonces empezó a descender por mi
cuerpo besándome, realizando paradas estratégicas y cuando llegó abajo, yo ya
estaba al borde del éxtasis. Volvió la cara hacia el interior de mi muslo, lo
acarició con la nariz, moviendo los dedos a un ritmo regular, cada vez más
rápido.
Debí emitir algún sonido, estoy segura de
ello. Al segundo siguiente me encontré flotando en la oleada de placer más
grande que había sentido en mi vida. Y en ese momento Ryan me besó de nuevo en
la boca, percibí mis propios fluidos y volvió a penetrarme. Gritó, a la misma
vez que yo, cerró los ojos y se derrumbó encima de mí. Después de unos minutos,
levantó la cabeza para mirarme.
Le acaricié la cabeza, alborotándole el pelo.
Me miraba fijamente a los ojos y me di cuenta de que estaba esperando a que
dijera alguna cosa
NARRA CARLA
Cuando volví de mi pequeño
paseo y entré a casa, me llevé una sorpresa.
Menuda fiesta se estaban montando ahí arriba!
Sonreí al recordar el día del baño, pero no
debí hacerlo, porque me puso mal. No había día ni hora en el que no me
arrepintiera de lo que hice.
Sonó el teléfono de Marina y
sabía que ella no lo iba a coger. ¿Y si
era importante?
Lo cogí, pero antes de
preguntar quién era, empezaron a hablar
X: Marina, ¿ha pasado algo?
Llevo un buen rato intentando hablar con Ryan- se me cortó la respiración-
¿Marina?
C: no…No se puede poner ahora
Justin –me empezaban a escocer los ojos
J: Amm..¿Le puedes decir que
me llame?
Carla: Claro
Justin: Bueno, adiós –estaba
apunto de colgar cuando escuché un “¡Carla Carla Carla!”
Carla: -con voz entrecortada-
dime
Justin: Nada, da igual…Adiós
Carla: Adiós y…Lo siento-
colgué y me fui a que me diera el aire
Al cabo de un rato vino Ryan
por detrás
Ryan: Entra, te vas a congelar
Carla: No me importa, me lo
merezco
Ryan: Han pasado 4 meses, pasa
página
Carla: No puedo pasar página,
porque él ocupa todo el libro. Y como la cagué, pues me merezco –me levanté- Te
ha llamado…Quiere hablar contigo
Ryan entró en la casa, y a los 5 minutos se le
oía hablar, pero no se de qué
-------------------conversación
telefónica-------------------------
Ryan: ¿Pero tu hermana esta
bien?
Justin: Si si, salió del
hospital hace dos semanas… ¿Cómo está?
Ryan: Depresiva, mucho más
delgada, pesimista…más, no se, parece un zombie
Justin: -tragando salvia- ¿Por
mi?
Ryan: Si, pero vamos…fue su
culpa, pero me sabe mal…Hablemos de otro tema
Justin: No hay otro tema, ya
no –colgó
-----------------------a miles
de kilómetros de allí, en una habitación de hotel, viendo un video ----------
Justin: No lo está
disfrutando, no le gusta…Le rechaza, le intenta apartar… ¡ME QUERÍA! Pero tenía
que haberlo visto antes… ¿Por qué la deje? Tengo que arreglarlo
¡CONTINUARÁ!
Lo que siempre digo pero que solo me hacen caso 3 personas, COMENTAD :D
MUCHLOVE (L)
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