sábado, 28 de mayo de 2011

Capitulo 24: ¿Qué clase de persona soy?








Algo me quitó de mis ensoñaciones… ¿Quién tiraba piedras a mi ventana un sábado a las dos de la madrugada?

¿Ángel? ¿Pero este niño esta bien de la cabeza?

Abrí la ventana

Ángel: ¿Puedes bajar?
Carla: Voy, espera que no tardo –cerré y bajé las escaleras todo lo rápido que pude.
Espera… ¿a que tanto interés? ¿Me seguía gustando? No podía hacer esto a Justin, no después de conocerlo hace menos de una semana y acabar de salir con él, se llevaría de mí la idea equivocada.

Abrí la puerta, y allí estaba Ángel, esperándome

Ángel: Me gustas –me lo soltó así, de pum
Carla: A buenas horas me lo dices…lo siento de verdad pero –no me dejó terminar la frase, porque estampó sus labios contra los míos salvajemente.

 Intenté deshacerme de él, pero no pude, ya que me tenía bien cogida.
Al final cedí, dejándome llevar por los sentimientos que no quería que salieran a la luz. En fin, yo le quise muchísimo y siempre estuvo presente.
 Me cogió de la cintura mientras seguía besándome y lo hacía lentamente, como si me estuviese saboreando.
 Me pegó a la pared y luego se acercó a mí, sin dejar espacio entre nosotros y ya me metía la mano por dentro de la camiseta

Carla: Esto…no…esta bien –giré la cara, pero él seguía besándome por el cuello.

Mi cuerpo decía una cosa y mi corazón otra. Si, quería hacerlo con Ángel, pero lo último que quería era hacer daño a Justin ¿Qué clase de persona soy?

Ángel: Lo estas deseando, lo se, te lo noto en la mirada –recorrió mis caderas con sus dedos, hasta llegar a los pechos
Carla: De verdad, para
Ángel: ¿Por qué?
Carla: Porque tengo novio –por fin conseguí apartarme de él y me miró con cara de despreció
Ángel: Puta –y se fue.

Rompí a llorar, pero eso no fue lo peor. La niña de antes, la de esta tarde, la chica rubia, estaba mirándome con un móvil en la mano, grabando, supongo

Carla: Eh, ¿pero de que coño vas? –me empecé a acercar.

¡Ya se de que me sonaba la cara! Era la hija del panadero, la tía más guarra de todo el pueblo, pero también una fiel belieber. Se llamaba Cristina

Cristina: ¿Sabes que Justin me sigue en twitter?
Carla: ¿Si? Felicidades
Cristina: ¿Sabes que le puedo enviar el vídeo por DM? –me quedé blanca
Carla: no serás capaz…
Cristina: O sea, que es verdad ¡estas con él! ¡Y ENCIMA LE ENGAÑAS! Eres una puta, que lo sepas, todos te odiaran por esto, y cuando Justin se entere vas a ver
Carla: Cristina, no
Cristina: Carla, si…Es tu merecido, nadie le hace daño a Justin Bieber, y menos alguien como tú –se fue corriendo y yo subí las escaleras todo lo rápido que pude para coger el móvil. Teclee a toda prisa y sin saber que ponía, ya que tenía los ojos empapados en lágrimas

 Creo que quedó algo así: Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento. Nunca me lo voy a perdonar, lo siento, lo siento. Yo no quería, pero es que siempre me ha gustado él antes de que llegaras tú, claro, perdóname




----------------------------------4 meses después-----------------------------------------------


 Todo había cambiado. Justin me dejó el día después de salir. Patético. Pero a pesar de lo que hice, le seguía queriendo. Si, ahora ya no tengo escusa.
 Según me contó Marina, a Justin le sentó bastante mal, ya que creía que era otro tipo de persona, pero yo ahora no puedo hacer nada porque siempre acabo por cagarla, además, él había vuelto con Selena

 Estaba en mi chalet del monte, esperando a que Marina llegara del aeropuerto con Ryan, que se venía a pasar el fin de semana.
 Marina viajaba bastante últimamente porque no tenía problemas en pagarse los vuelos.
 ¿Qué por qué tengo que estar por el medio? Es una muy buena pregunta. Marina le dijo  a sus padres que  pasaría el fin de semana aquí. Claro que sabían que estaba con Ryan, pero ella quería estar a solas con él y en su casa,  sus padres no le dejaban dormir en la misma habitación y le sabía mal usar mi chalet sin que yo estuviera en el. No se si era eso, o si quería la venganza por todo aquello que pasó en el avión y la verdad que no me extrañaría nada.

 Al cabo de un rato llegaron, y estuvieron hablando ellos dos, porque Ryan estaba en plan defensivo con su mejor amigo

Carla: Me voy, ya vendré –salí a dar una vuelta con la moto y aparte les quería dejar intimidad.

 Me puse el casco y me fui



NARRA MARINA

 Acompañé a Ryan a lo que iba a ser nuestra habitación por dos días, para que dejara sus cosas

Ryan: Cariño, ¿Dónde está el baño? Quiero darme una ducha –Le señalicé la segunda puerta al final del pasillo y me dio un beso leve. Mientras, yo también me daría una ducha.

 Me quité la ropa y cuando estaba a punto de entrar, Ryan me llamó

Ryan: ¡MARINA! ¡TRAEME UNA TOALLA! –me puse el albornoz y fui a dársela. Que raro que en ese baño no hubiera toalla, siempre había una.

 Cuando entré, allí estaba él, sin nada encima y con todo lleno de vapor. Miré hacia abajo y a tientas le di la toalla, pero él me cogió la cara y la levantó, besándome suavemente.
 Atrapó el cinturón del albornoz y deshizo el nudo. Las mangas se deslizaron sobre mis brazos y cayó todo al suelo.
  Volví a la boca de Ryan, mientras sus manos empezaban a moverse sin cesar sobre cualquier espacio libre de mi piel que pudieran encontrar, acariciándome y excitándome.
Mientras su boca se movía sobre mi pecho, su mano se deslizó entre mis piernas.          Tenía los dedos largos.
  Lo siguiente que recuerdo es que la ducha estaba apagada y entonces nos besamos durante un rato largo e interminable

Ryan: -con voz entrecortada- La cama –asentí y él me cogió en brazos y se encaminó hacia nuestra nueva habitación y me recostó sobre la cama.

 Una vez instalados, me volví hacia él y continuamos donde lo habíamos dejado, pero con un ritmo más frenético. Sus dedos y su boca estaban ocupados aprendiéndose mi tipografía y su cuerpo se presionó con fuerza contra mi muslo. Lo abracé y lo acaricié.
 De pronto, Ryan se colocó encima de mí, dispuesto a penetrarme. Estaba lista. Pasé la mano ente los dos para ponerle el preservativo y guiarlo hacia el lugar adecuado, con su dureza rozando mi punto de máximo placer.

Ryan: Mi niña- dijo con voz ronca, y empujó.

Aun estando segura de estar preparada, grité al recibir el impacto

Ryan: Te amo –me dijo al oído, y se retiró. Intenté que volviera a mí, pero entonces empezó a descender por mi cuerpo besándome, realizando paradas estratégicas y cuando llegó abajo, yo ya estaba al borde del éxtasis. Volvió la cara hacia el interior de mi muslo, lo acarició con la nariz, moviendo los dedos a un ritmo regular, cada vez más rápido.

 Debí emitir algún sonido, estoy segura de ello. Al segundo siguiente me encontré flotando en la oleada de placer más grande que había sentido en mi vida. Y en ese momento Ryan me besó de nuevo en la boca, percibí mis propios fluidos y volvió a penetrarme. Gritó, a la misma vez que yo, cerró los ojos y se derrumbó encima de mí. Después de unos minutos, levantó la cabeza para mirarme.
 Le acaricié la cabeza, alborotándole el pelo. Me miraba fijamente a los ojos y me di cuenta de que estaba esperando a que dijera alguna cosa






NARRA CARLA

Cuando volví de mi pequeño paseo y entré a casa, me llevé una sorpresa.
 Menuda fiesta se estaban montando ahí arriba!
 Sonreí al recordar el día del baño, pero no debí hacerlo, porque me puso mal. No había día ni hora en el que no me arrepintiera de lo que hice.

Sonó el teléfono de Marina y sabía que  ella no lo iba a coger. ¿Y si era importante?
Lo cogí, pero antes de preguntar quién era, empezaron a hablar

X: Marina, ¿ha pasado algo? Llevo un buen rato intentando hablar con Ryan- se me cortó la respiración- ¿Marina?
C: no…No se puede poner ahora Justin –me empezaban a escocer los ojos
J: Amm..¿Le puedes decir que me llame?
Carla: Claro
Justin: Bueno, adiós –estaba apunto de colgar cuando escuché un “¡Carla Carla Carla!”

Carla: -con voz entrecortada- dime
Justin: Nada, da igual…Adiós
Carla: Adiós y…Lo siento- colgué y me fui a que me diera el aire

Al cabo de un rato vino Ryan por detrás

Ryan: Entra, te vas a congelar
Carla: No me importa, me lo merezco
Ryan: Han pasado 4 meses, pasa página
Carla: No puedo pasar página, porque él ocupa todo el libro. Y como la cagué, pues me merezco –me levanté- Te ha llamado…Quiere hablar contigo

 Ryan entró en la casa, y a los 5 minutos se le oía hablar, pero no se de qué

-------------------conversación telefónica-------------------------


Ryan: ¿Pero tu hermana esta bien?
Justin: Si si, salió del hospital hace dos semanas… ¿Cómo está?
Ryan: Depresiva, mucho más delgada, pesimista…más, no se, parece un zombie
Justin: -tragando salvia- ¿Por mi?
Ryan: Si, pero vamos…fue su culpa, pero me sabe mal…Hablemos de otro tema
Justin: No hay otro tema, ya no –colgó


-----------------------a miles de kilómetros de allí, en una habitación de hotel, viendo un video ----------

Justin: No lo está disfrutando, no le gusta…Le rechaza, le intenta apartar… ¡ME QUERÍA! Pero tenía que haberlo visto antes… ¿Por qué la deje? Tengo que arreglarlo






¡CONTINUARÁ!




Lo que siempre digo pero que solo me hacen caso 3 personas, COMENTAD :D


MUCHLOVE (L)

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