Entramos y… ¿A que
no sabéis quién había dentro? Nada más y nada menos que Usher!
Él se giró, y al ver nuestras caras sonrió un
tanto raro.
Ryan: Son amigas
mías y de Justin, si tienen esa cara seguramente es porque también son fans
tuyas
Marina y yo asentimos.
Usher: Encantado,
chicas.
Marina: yo…yo me
llamo Marina, y esta es Carla…Y somos grandes fans tuyas, y no porque seas el
representante de Justin, ya venía de hace tiempo
Usher: -riendo-
Gracias, esta bien saberlo! –nos sonrió-
Carla: Mi…mi amiga
Belén es muy fan tuya, si pudieras firmarnos esto –le entregamos un trozo de
papel y un boli (no había nada mejor)
Usher: claro, ¿Cómo
se llama?
Carla: Belén…-le
costó un poco entenderlo, pero al final lo firmó y nos despedimos de él, ya que
se tenía que ir
Ryan: Vaya, he
tenido un deja vu…
Marina: ja…Que
gracioso eres cielo –le dio un pequeño golpe en el brazo
Ryan: que agresiva!
Me acosas
Carla: mira, yo
también he tenido un deja vu!- Ryan y yo reímos, Marina se limitó a mirarnos
mal, pero luego sonrió un poco.
Ryan: Ven aquí,
preciosa –la cogió por la cintura y le besó tiernamente
Mientras estaban en
plan cariñoso, me senté en un sillón que había, en ese momento abrieron la
puerta, pero Marina y Ryan ni se inmutaron
Justin: -mirando en
mi dirección- ¿Qué haces ahí sola?
Carla: Marginarme…
¿Tu que crees que hago?
Justin: me voy a
marginar contigo, quita de ahí anda –me tiró del sillón, se sentó él y luego me
puso sobre su regazo
Carla: te voy a
destrozar las piernas y no es plan
Justin: Como odio
que seas así –se fue acercando poco a poco, aprovechando que estaba mirando
otra cosa, y me mordió el brazo
Carla: ¡Caníbal!
Entre tú y Marina me vais a matar
Justin: iba con
cariño, que lo sabes –me apretó contra el y así nos quedamos, contemplando a
Marina y Ryan
Carla: -susurrando-
¿te volveré a ver?
Justin: -con el
mismo tono de voz- Dentro de nada son fiestas, tendré vacaciones y podré verte
si es lo que quieres
Carla: eso pediré
como regalo de navidad –sonreí
Justin: no hagas de
esto una despedida, que no lo es –no dije nada, simplemente apoyé la cabeza en
su pecho y el me besó en el pelo, lentamente me fui girando, de manera que
quedamos cara a cara, los dos mirándonos a los ojos
Justin: ¿Te han
dicho alguna vez que tienes los ojos preciosos? –sonreí. No le contesté, porque
la verdad que no era la primera vez que me lo decían.
Poco a poco, acerco su boca a la mía, y
finalmente nuestros labios se juntaron, y creo que fue el mejor beso de mi
vida.
Llevábamos un ritmo lento, como si cada roce
con la lengua del otro fuera una experiencia nueva que no querías acabar.
Marina:
-interrumpiendo el beso con carraspeos- son las dos, ¿nos podemos ir?
Carla: Marina hija,
vete un poco a ya sabes donde- sonreí irónicamente
Marina: perdona…de
verdad que lo siento
Carla: Déjalo, si
ya te la devolveré- reí, pero a ella no le hizo tanta gracia.
Salimos fuera, y había un coche esperando,
llegamos al hotel, y al entrar:
Justin: JODER!
¡CONTINUARÁ!
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