CAPITULO 20: Chúpate

Advierto que a la que no le gusten las historias pervers...que se salte esta o algo, porque lo es ._.

 Cuando llamaron a la puerta. Justin se alejó y resopló, con cara de mala leche, así que yo pasé de los golpes y volví a coger con más pasión a le seguí besando.

 Buscaba mi cuerpo y ya preparado sacó un envoltorio de su bolsillo trasero.

 Me sonrió juguetonamente, y cuando empezó a abrir el preservativo…

X: No puede haber más de dos personas en el baño

Justin: -susurrando- Me cago en su… -le tapé con la mano la boca y el la apartó para añadir- Me encuentro un poco mal…

Carla: susurrándole al oído, para después darle un pequeño mordisco en el óvulo de la oreja- ¿un poco mal? –le di besos por el cuello, sabiendo que eso le encantaba

Justin: -hablando en voz alta- Me encuentro muy mal, no me tengo en pie, ella solo me está ayudando

X: -no muy convencida- está bien…- no se volvió a escuchar su voz, y volvimos a los besos.

 Me quitó los pantalones, como pudo porque no es que hubiera mucho espacio allí dentro y a continuación le quité a él los suyos. Me sonrió y recorrió mis piernas con dedos, llegando al primer botón de mi camisa y desabrochándolo despacio mientras me besaba con pasión el cuello.

  Rodeé su cuello con mis brazos, sintiéndole cerca, pero no lo suficiente. Le quería, más que nunca. Quería sentirle solo mío en todos los sentidos.

  Le dejé hacer mientras le acariciaba la espalda y él se estremecía de placer, al igual que yo.

   Le quité la camiseta, dejando entrever 6 perfectos abdominales, y le sentía cálido, pero no tan cerca como desearía.

   Él seguía a lo suyo y yo bajé la mano hasta su dick, y la acaricié por fuera y él sonrió, llegando a los últimos botones y sin dejar de besarme el cuello.

   Metí la mano por dentro de sus boxers, haciéndole pequeños masajes y el reprimió un gemido. Estábamos los dos preparados.

  Mientras el me quitaba las braguitas yo le cogí el preservativo a medio abrir, lo abrí del todo, le quité los boxers y se lo puse.

  Acarició mis piernas y las abrió lentamente acercándose a mí, y cuando estuvo erecto, me penetró.

   Le sentí cerca, mío, dos cuerpos en uno, como si no existiera el mundo.

Llevaba un ritmo rápido y lento y los dos oprimíamos gritos de placer.

  Enredé mis dedos en su pelo, apretándole contra mí y escondiendo mi cara en su cuello, mientras le daba pequeños besos.

  Él beso mis pechos, para luego ir subiendo hasta encontrarse con mi boca. Nuestra respiración era entrecortada, pero nos mirábamos cómplices.

Justin: Mía –susurro entre jadeos-

Carla: Siempre –y volvió a entrar y salir, con más fuerza y solté un orgasmo.

 Me miró y tenía un brillo en los ojos que demostraba felicidad.

 Cuando acabamos, nos vestimos y Justin se empezaba a poner de un color un tanto raro

Carla: Mi vida, ¿estas bien?

Justin: Este sitio es muy pequeño…-le ayudé a sentarse en la taza del baño y le refresqué la nuca. Se me había olvidado por completo que era claustrofóbico

Carla: Tranquilo, ¿si? Ya salimos –le arreglé un poco el pelo para que nadie sospechara nada raro, pasé uno de sus brazos por mi cuello, tiré el preservativo a la basura, le di un beso corto y salimos.

 Yendo por el pasillo, Pattie se giró y al ver a Justin con tan mala cara se alarmó pero le dije que no pasaba nada, que solo estaba un poco mareado.

 Ella no respondió. Se limitó a mirar a su hijo esperando una respuesta

Justin: -con voz un poco débil- mama, estoy bien…no te preocupes –y le sonrió como pudo y ella, se sentó.

  A Justin parecía que le faltara el aire, pero parecía ser que quería ocultarlo y al ver que le estaba observando

Justin: solo me encuentro un poco mareado –se sentó sin soltar mi mano

Llamé a una azafata para que le trajera una coca-cola, por si el azúcar le ayudaba a recuperar fuerzas.

  Marina despertó y nos miró, pero no dijo nada. Solo se limitó a jugar con el I-touch.

 

  Le acerqué a Justin la coca-cola a los labios, porque no tenía fuerzas ni para cogerla

Carla: ¿Mejor?- le aparté el pelo de la cara, porque estaba sudando, y le desabroché la chaqueta, para que no se asara

Justin: ¿Aun tienes ganas de más? –sonrió casi sin fuerzas

Carla: Lo sabes bien –reí por lo bajo- Descansa, ¿vale?- miré su reloj. Aun quedaban 9 horas de vuelo. Él asintió y se durmió con una mano sobre la mía.

 No sabia que hacer, así que miré a Marina, que sacó la baraja de cartas del uno y nos pusimos a jugar, yo como podía porque no quería soltar la mano de Justin, que la tenía bien agarrada.

  Le miré. Estaba más mono durmiendo…además, sonreía y murmuraba cosas.

Marina: ¡JÁ! ¡Chúpate dos! –saco una carta amarilla

Carla: Chúpate cuatro

Marina: Seis

Carla: ocho

Marina: ¡diez!

Carla: ¡DOCE!

Marina: ¡CATORCE!

Carla: ¡Mierda! –Marina rió y yo me chupé las 14 cartas. Esto era demasiado ya, vaya día. Ahora que vi a Marina de buen humor, le pregunté como estaba y me contó toda la despedida y se emocionó.

 

 Yo la abracé con un solo brazo y ella lloró, pero sonreía.

 Pasaron 3 horas, Justin seguía durmiendo, apoyado en mi hombro, Marina jugaba al tap-tap (es un juego del I-touch, como el guitar hero) y yo miraba al frente, fijándome en que Pattie, Kenny y Scooter no paraban de mirar a nuestra fila cuando…

Bueno..dejad comentario :$ Gracias a Raquel por ayudarme en la parte mas perver e.e porque a mi como que no me salia mucho jajajajaja