miércoles, 4 de mayo de 2011

CAPITULO 9: ¿Por qué… tienes los labios hinchados?



 Salí de la ducha con una toalla enroscada al cuerpo, y cuando miré el móvil vi unas 23 perdidas, y sin exagerar. Eran todas de Justin… ¿Y si era algo importante? ¿Y si ha pasado algo?
  Me puse lo primero que pillé de ropa y me fui camino a su habitación.
Cuando estuve delante, llamé a la puerta y a los 5 minutos se abrió y Justin solo se limitó a mirarme

Carla: es que…He visto todas las perdidas, ¿ha pasado algo?
Justin: no, ¿tiene que pasar algo para que me tengas que contestar el teléfono?
Carla: No llevaba el móvil encima, lo siento por ser tan despistada, se me olvidaba que trataba con la perfección en persona
Justin: No te pases, no tengo el poder de saber las cosas, creí que te había pasado algo…o no se, que no querías hablar conmigo
Carla: -dándole en la cabeza- Que tonterías dices a veces, de verdad –reí, quitándole importancia y el hizo lo mismo
Justin: yo no digo tonterías, siempre esta esa posibilidad ahí
Carla: Puede, pero no en mi caso. Hablar contigo no está nada mal –sonreí
Justin: Lo se, lo se –se miró las uñas y puso casa de desinterés, luego rió- ¿Que tal el día?
Carla: No ha estado mal, pero…ha sido muy cansado… ¿Y el tuyo?
Justin: Mas de lo mismo, sumando fans y acosos de casi todo el mundo, menos de una que yo me se –miró a los lados y volvió a reír y yo me sonrojé- Oh, ¡te has puesto roja! ¿Te gustaría acosarme eh, viciosa? –abrí la boca y me tiré encima de él, haciéndole caer al suelo y le puse las manos en la espalda, cogiéndole de las muñecas y después me acerqué a su oído
Carla: No sabes lo feliz que me haría eso, y creo que ahora mismo lo estoy consiguiendo –le mordí la mejilla y me levanté, riendo
Justin: -limpiándose la cara- cerda
Carla: te ha gustado, no mientas- reí, y Justin pensó y acabó asintiendo y sin que me diera cuenta, ya lo tenía a mi lado, me retiró el pelo del cuello y me hizo un pequeño chupetón-
Justin: ¡Por clavarme tus dientes!
Carla: no creí que fueras así, ¡luego la cerda soy yo! –cogí un cojín del suelo y se lo tiré en la cara. Se fue corriendo tras de mi, y yo intenté irme por otra parte, pero la habitación no daba tanto como para esquivarle, me cogió y me empezó a hacerme cosquillas y yo le daba mordiscos por los brazos. Él me dio la vuelta, de manera que quedé cara a cara con él. Se acercó a mí, y ya podía notar su aliento a milímetros de mi boca, cuando llamaron a la puerta.
 Justin suspiró, yo apreté la mandíbula y él se dirigió a la puerta.

Justin: -abriendo- ¿que queréis tortolitos?
Marina: ¿Sabes dónde esta Carla? Porque me dijo que estaría en la habitación, y nada
Justin: si, está aquí dentro –gritando- Carla, ¡te buscan!
Carla: -acercándome a la puerta- ¿Estabas preocupada, cari? –reí
Marina: Si…-me miró de arriba abajo, con curiosidad- ¿Qué…hacías aquí señorita?
Carla: ¿Por qué… tienes los labios hinchados? –sabia que a Marina le fastidiaba que le contestaran a una pregunta con otra
Justin: eso –mirando a Ryan- ¿Por qué?
Ryan: si lo sabes, ¿para que preguntas? –rieron, Marina se sonrojó y yo me sorprendí, no porque no me lo esperara, si no porque pensé que sería más adelante
 En ese momento…


¡CONTINUARÁ!

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